13 de junio de 2011

Con tanto..


-Es que no es poco- le dijo ella,  mientras  sus  ángeles a bandadas sobrevolaban el suelo,  con  sus inoportunas alas extendidas  en blanco.
Andadores fervientes, desorientados  esta vez con  el desamor.
-Que no es poco,  le repitió
Con ánforas  llenas de instantes  y la luz rebalsando por los costados.
-Mira, ¿es que ya no ves?
El silencio de él se abría como abanicos  consumiendo el aire.
Agonizaban sus  tigres sedientos en los rincones.
Mientras la luz inundaba el cuarto, la esquina, toda la cuadra algo se oscurecía ante los ojos de ella.
Lo desconocido se imponía brutal en ese otro tan cercano.



Aún perduraba el perfume de los jazmines.
El ya no estaba.
Ella con tanto en las manos.






1 comentario:

  1. y qué injusticia
    para el jazminero del centro de mi patio
    que nunca hayas posado tu nariz
    en sus flores.

    Y qué injusticia para ella.
    Lo desconocido tan cercano ahi.
    No no.
    Venceremos.
    Revolución.

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