2 de junio de 2015

ESencia



Nada más frágil que estar perdido en el íntimo desierto
cuando el propio nombre no es reflejo, sino niebla..
A veces el cielo es torbellino de pasados inconclusos
y los siguientes pasos se hacen inciertos.
No es inconsciencia ni mentira el mundo que uno se arma
para huir de los propios fantasmas.
Es tan real como falso y en ese filo se va decolorando el alma.
Y las fibras de las que uno está hecho
y hasta lo que uno genuinamente creó, están en riesgo..
Peligro de no habitar la propia piel y no acariciar la del otro.
Engaño de creer que alejarse de lo que duele
es curarlo..
Nadie es imprescindible pero cada uno es irrepetible.
Volverse a uno mismo es un buen punto de partida,
temible a veces,
contundente milagro palpar nuevamente la propia esencia.










                                                           

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