31 de octubre de 2010

Inquieto



Con dos cajas armaste el barco.
Tus duendes inquietos decidieron flotar y probar la redondez de la tierra.
Asomarse al arco iris, dormirse en los atardeceres.
Sonríes cuando recuerdas aquellos saltos desesperados entre las piedras y la corriente. Sí que cortaste el cordón umbilical de una vez..
Y nada te sujeta
La vida, sabes, se esconde en esas emociones.
Obsesión por sentir que hay del revés de lo que se ve.
Te vas en el vuelo del pájaro, regresas en nubes cargadas.
La esencia respira en todo lo que se mueve, allí te descubres.
Tus estrellas son triángulos que armas a puro antojo, escribes notas, dibujas las rutas, pruebas de tu propia alquimia.
Ojala pudiesen encenderse todas juntas las chispas entre el edén y el infierno -piensas-, un único fuego que arda para que todos vean que apenas hay diferencia.
Que el mundo visible y el invisible se superponen.



17 de octubre de 2010

Fiebre


Perdura esa fiebre en las orillas
pasión que no se deshace en el tiempo.
Desde donde vienes lo vivido ocupa un sitio,
(la negación siempre oculta el no olvido).
Quizás por que lo intenso
transforma la piel para lo que viene.
Y hasta el mismo dolor cuando aleja sus cadenas,
bendice en fortaleza el haberlo atravesado.
Hubo despedida,
el olor a incienso de otras navidades
inundó el aire de reminiscencias.
No fue compasión lo que aquella vez detuvo los pasos,
sino pies que encajaron su justa pisada.
Rastros que no se lavan con las lluvias.
Algo de la distancia no se procesa en el cuerpo,
memoria descarnada.
Hubo noches, excitación, belleza.
Un resto de insatisfacción que relanza sus flechas.

10 de octubre de 2010

De tu alma ( a mi papá)

De tus astillas sé que esta hecho mi navío,
será por eso que surco con confianza
las tempestuosas aguas de este río.
De tu alma que se armó en los cerros
también llevo esta necesidad de mirar al cielo.
Sed que busca las vertientes,
pasos que no se frenan en las piedras.

No importa el horizonte de llegada
si aprendo tanto de tus historias de entre viaje.
Leyendas de los vaivenes de tu infancia,
silencios de tus noches de coraje.

¿Cuánto tiempo te llevó sembrar este verde?,
tener siempre las brazas encendidas para el fuego..
En tus raíces firmes,
en el lenguaje de tu hacer minucioso
me impulso, me reflejo..

Desde el fondo de tus penas volviste,
espantando el tiempo de descuento.
Desde el fondo de tus penas volviste,
mal herido,
con metáforas de un amor que vence al miedo.



(fuerza pa)