9 de septiembre de 2010

Subitamente


Tanto tiempo,

errante de un abrazo para rendirte.
Escarbando un blanco reparo en las sombras,
alivio del nocivo ruego.
Ejercer la compasión debilita hasta las fibras..
Preguntaste mil veces
donde queda esa esquina en la que se renuevan
los eneros..
Hasta allí irías..

Hoy el verde en las calles delata que brota tu cielo,
cuando todavía se sienten las asperezas,
restos de aquel hondo encierro.
Volver desde allí con olores impregnados de infierno
fue como extirpar clavo por clavo y no pretender más
encadenarse a sueños..
Cada pisada no es igual ..
Cada segundo se lleva algo seco..
Súbitamente bebes
de lo extraño,
de lo nuevo..





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