18 de mayo de 2010

Calma


Emisario sin nombre
Hay una voz que no se escucha,
pero alivia.
Ranuras de luz para el alma aletargada.
Los números en cada casillero no miden
el ímpetu de este viento que hoy nos atraviesa..
Nadie puede contar tampoco las estrellas
que se cruzaron por las noches..
Mensajes cifrados desde el deseo
que no descansa
y busca ese Otro conexión,
amparo..
Nadie sabe como vendrá la alborada
Nadie cuenta (aún).
Pero algo manso detuvo las ideas que acribillaban
incesantemente el adentro.
Crueles contiendas de inspiraciones tormentosas.
En el templo de la calma el miedo esta arrodillado,
los caballos desbocados saborean la hierba..
Tal vez es una pausa..
Tal vez sea un comienzo

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