5 de febrero de 2009

Otro intento fallido

Era como estar a merced de su torturador,
Los temidos sonidos de la soledad otra vez
en su cabeza.
¿Cuantas veces volvería a suceder?
Afuera, la arena caliente de la siesta.
Profundamente, esa mirada que nunca tuvo
y que seguía faltando..
Dulce tentación a caer en el vacio.
Era cuestión de contar las horas,
No pensar en las tinieblas de la locura..
¿Por que extrañar lo que no existió?.
¡Si si, la razón!
Esa que siempre lo rescataba
Esta vez también sería así..
¿Quizás ahora me escuche?
Esta vez a lo mejor me mira..
¿Lo intento nuevamente?
Era como estar a merced de su torturador



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