Encontré mi profundidad en el matiz verde de tus ojos,
intersección absoluta donde no existen laberintos..
Aterricé en tu suelo noble,
allí donde se mezclaron nuestras raíces
que son manos despiertas que siempre se buscan..
Mi fatal error derramó una inesperada savia
que ahora es luz y planta en natural belleza.
Tal vez no haya campos continuos,
ni más amaneceres que atraviesen los peñascos.
Hubo un sacrificio
antes de atravesar la niebla
para dirimir las ansias
y tocar el fuego..
Ya no importa si habrá
segunda página..
Bea