Se desperdicia el ángel de tu nombre
si intentas sofocar a vuelo rasante
tu luminosa aura.
¿Como no expandir
la intemporalidad del fuego?
si esta allí,
a tu alcance.
Valiente Prometeo,
a tu paso enciendes
la espuma y la arena.
Es tu imperio el que se divisa de lejos..
En él eriges una historia
que no se priva de alturas.
Respira,
ya nada se apaga..
El águila podrá devorar tu carne eternamente,
más nunca tu feroz osadía.