5 de febrero de 2009

Otro intento fallido

Era como estar a merced de su torturador,
Los temidos sonidos de la soledad otra vez
en su cabeza.
¿Cuantas veces volvería a suceder?
Afuera, la arena caliente de la siesta.
Profundamente, esa mirada que nunca tuvo
y que seguía faltando..
Dulce tentación a caer en el vacio.
Era cuestión de contar las horas,
No pensar en las tinieblas de la locura..
¿Por que extrañar lo que no existió?.
¡Si si, la razón!
Esa que siempre lo rescataba
Esta vez también sería así..
¿Quizás ahora me escuche?
Esta vez a lo mejor me mira..
¿Lo intento nuevamente?
Era como estar a merced de su torturador



4 de febrero de 2009

Y si pudiera..

Oscurecia una vez mas ,
sabía como manejarse en las sombras.
La mirada puede detectar expresiones escondidas en las penumbras
que en la claridad jamás podrían desnudarse.

Con esa precisión
descubrió un gesto en ella esa noche, en el se veían
largos desvelos, una tristeza quieta,
un río profundo escondido en el desierto..

Solo él pudo advertirlo y fue el mayor de los hallazgos.
¿Se podría volver a creer en la lluvia después de tantos cielos estériles?…
El alma cansada olvida donde están los cerrojos y las llaves,
pero el solo ruido de unos pasos puede derrumbar todas las puertas..
¿Y si pudiera atravesarlas?
Y si pudiera….








2 de febrero de 2009

Para despedirse

Algunas reflexiones acerca de los finales y las despedidas
..

A veces estamos de acuerdo, otras no, pero las despedidas llegan.
Una persona, un ideal, un tiempo, algo que termina, o que debemos dejar partir.. Difícil labor asumir ciertos finales, aceptar y alejarnos de aquello que nos parece tan propio, resistir la tormenta del cambio y a pesar de ello sentirnos enteros..
Seguramente algunas despedidas nos remiten a otras que aun nos dejaron sus rastros.. Eso complica el propósito..
Y las personas sabemos que un sentir no se sustituye por otro, que es justo esa singularidad lo que hace que eso que dejemos no sea igual a lo que vendrá.. Poder dar paso a otro no igual, ahí esta el secreto. Ni la eterna melancolía de pensar que nada de lo que venga lograra conmovernos, ni la lógica descartable de reemplazar fácilmente un objeto por otro..
Un proceso, un trayecto, el despedirnos requiere un instante de quiebre ..

Las primeras grandes angustias del ser humano en su estado de indefensión son las que surgen a partir del alejamiento o la pérdida de ese otro referente, que con su valiosa existencia nos propicio el sostén necesario para pararnos en el mundo.
De niños necesitamos tener su imagen, su presencia continua en el campo perceptivo, esa especie de garantía de que todo esta en orden en nuestro interior y fuera de el.
Si la madre no esta al alcance de su mirada, al niño lo invade una angustia existencial, como si la no presencia tangible derivaría en una perdida de consistencia del si mismo.
Le llevara su tiempo asumir que esa presencia continua no es imprescindible para que pueda armar su historia, construir su propio itinerario. “ Ese otro puede alejarse de mi y yo aún puedo conservar su afecto, su presencia dentro mio, y esa tranquilidad me hara sentir seguro..”

Y asi el trazado de la propia biografia continua y de a poco se podrá ir cimentando la propia existencia, recortada ya de aquella indispensable presencia del otro originario.

Y se irán sumando pérdidas y despedidas que seguramente nos haran experimentar esa angustia primera de separación, de caos y desamparo..
En esa suma seguramente se nos hace difícil percibir que inevitablemente hay puertas que se van cerrando a nuestras espaldas..
¿Sera por eso que, a veces, demoramos tanto las despedidas? ..
Creemos que nos faltó el abrazo último que nos alivie y lo seguimos esperando..
O nos queda la sensación de que habia algo mas que decir..
Aceptar ciertos finales suele ser muy costoso, parece que algo pendiente se impone.
Excusas.
Si ya sentimos que llegamos al borde, ineludiblemente un salto sera el próximo paso. Y aquello que sentimos que hoy se va, si fue vivido intensamente ya no corre ningún riesgo, por que es parte nuestra y nos habrá hecho comprender tambien la profundidad que marcó aquel previo encuentro..
Y lo que resta se mezclará en la corriente del recuerdo y la del olvido que, si es necesario, hará su trabajo..