27 de enero de 2009

Solo me importa

Solo me importa saber si puedes pisar conmigo la arena húmeda
y contagiarnos de esa misteriosa calma de los pescadores solitarios .
No es primordial tu nombre, ni de donde vienes, ni quien te tocó antes
Solo importarían los próximos amaneceres..

Solo me importa si crees que un instante puede justificar una vida.
Si entiendes que las heridas de hoy pueden ser cicatrices insignificantes
Que las equivocaciones son agujeros de los que se puede salir
Que un abrazo redime más que cualquier perdón divino..

Solo me importa que juntemos las piedras rojas más brillantes de tus playas, esas que aún me faltan.
Solo me importa que confíes en mi mirada antes que en otras palabras desgastadas,
y si aún conservas la esencia de los amantes, esa que arrasa,
la que no duda en gritar un nombre bajo la lluvia..

Solo dejame verte, sin ruidos, sin números, sin rencores viejos,
Solo dejame verte y mirame.


Quietud

Hundida en este cielo
creo poder comprender que sentían los primeros navegantes
frente a las estrellas..
Así, esta noche también vuelve prescindible cualquier otra cosa existente..
Hay una parte de mi que aún no conozco y
pareciera mezclarse en la inquietante forma de este mar,
poder contemplarlo me enaltece.
Siento que en el podría dejar mis miedos,
algunos días oscuros que aun me perturban o entristecen,
Mi impotencia es un grano más en esta arena..
Esta inmensidad opaca todas las debilidades…
El mar sabe lamer las propias heridas en sus orillas,
para volver a la serenidad en lo profundo..
Allí se gesta toda su potencia,
en esa quietud, como la que siento en esta noche.



Algo cayó

El estallido de los cristales asustó bastante
ahora puedo tocarme la piel, mis ojos, el alma.
Si pudiera describirse el abismo se simplificaría en este instante.
Cuando uno de repente se encuentra parado en sus propios pies,
puede que sea un momento prodigioso,
difícil palparlo ahí mismo..
Pero la sensación si, y es aterradora…
Tu mano imaginaria me soltó al fin,
aunque hace rato ya no me sujetaba
solo eran palabras y ya no bastaban para aferrarse..
No había ni mirada, ni rosas, ni profundos suspiros.
Quedaba solo el silencio y la espera que ya no era espera
solo una dilatada resignación..
Por que ya no habría sorpresa, ni sueño, ni mañana..
El entretejido dorado dejo de ser velo para ser solo líneas enrredadas
que solo dificultaban el trayecto hacia la verdad absoluta de tu ausencia.
No estas, hace rato te fuiste
algo cayó y fue en ese segundo en el que me di cuenta.
El ruido, el miedo, el verme en esa escena
presumo serán las señales que anuncian el tan temido cambio..